lunes, 27 de abril de 2020


Relatos desde el Santuario.

Parte 1: "Cuéntame algo bonito"

Susurros en la oscuridad parecen dar paso a un:

"cuéntame algo bonito"

Una bella forma de solicitar un paréntesis para el alma.
No quieres explicar qué te ocurre, solo quieres sentir o imaginar algo distinto.

"Cuéntame, Cuéntame algo bonito"

- La estrellas se hinchan en el cielo cada vez que te ven. Compiten por acercarse a la Tierra, con una vaga esperanza de poder contemplarte de cerca. El mar, ya en calma refleja la luz de una luna que hace de espejo de un sol ya dormido.
Allí a lo lejos, en el agua, los delfines transportan almas ancianas milenarias que custodian el océano. Estas almas viejitas, te protegen desde todos los puntos del mundo. Les hablan a las estrellas y árboles para que dancen contigo en tu pasear.
La copa de los árboles te dicen bajito al oído que respires con ellos, que todo va a salir bien, que todos somos uno y ese sufrir es solo parte de un entramado de ramas, que están a punto de soltarse. Soltarse, soltar, dejar la carga, liberarte de una mochila llena de cadenas.
Soltar, respirar hondo, conectar con una luz interna preciosísima. Luz que se expande desde tu interior hacia el resto de la habitación. Luz que invade la casa, sale por las ventanas y coloniza todo alrededor. La luz viaja hasta el mar, acompaña a los delfines que llevan las almas viejitas. La luz se ensancha por el aire y abraza a las estrellas y a los árboles que solo querían verte. Y ahora, ahora son parte de ti, y tú de ellas.-

"y tú, ¿me cuentas algo bonito?"