Capítulo 7: "La fiesta"
- ¿Y si nada más llegar la gente,
lo primero que ve es un maravilloso árbol que da litros de cerveza fresquitos?
- Ostía! eso sería brutal!. Pero
veo un problema Raúl.
-Dispara.
- ¿Cómo ponemos los litros
colgados del árbol para que parezca que el árbol los da cual manzanas?
- Colgados con cuerdecitas.
- Ya, pero pesan mucho. Pueden
tronchar las ramitas.
- Jummmm. Cierto... Ya está!, va
a ser un árbol de botellines fresquitos.
- Eso sí. Qué maravilla!
- Sí, hay que enfriarlos bien y
poner unos cuantos para recibir a la gente. Llegan pillan el suyo y a beber.
Raúl cumpliría 30 el próximo
Viernes. Y la quería liar bien grande. Organizar algo que todos recordaran. Que
se clavara en los sueños de todos. Que esos 30 años se inmortalicen como los
lanzazos de los espartanos. Que se parta el tiempo y el espacio y solo quepa
respirar felicitina a garrafas.
Si de por sí, Raúl tiene la
capacidad de convertir en leyenda cualquier reunión casual, sus fiestas eran
apoteósicas. Se le ocurrían cosas relocas y mágicas que solo una mente, fruto
de la combinación de un niño sueñerino con la de un esquizofrénico harto de
LSD, puede maquinar.
Sus fiestas normalmente se
realizaba en la residencia de sus padres, que todos conocían como "La
parcela". Un lugar que invitaba a recordar paisajes del bosque de Lothlórien
de "El señor de los anillos".
Nada malo podía ocurrir en ese lugar. Árboles frutales, césped, enredaderas por
los muros, infinidad de rosales y macetas y por supuesto alguna que otra planta
de marihuana de la cosecha de Abril. Una pajarera de madera con asientos
"chill out" para relajarse. Bancos de madera cuyo interior sirven de
toalleros. Un juego de altavoces tamaño ve-preparando-los-oídos-y-el-retumbar-en-el-pecho.
Un pequeño huerto con tomates y lechugas. Una piscina con focos y una escalera
curva donde Raúl había enamorado a más de una. Un cobertizo con un techo
forrado de tejas de color rojo sangre, donde Raúl solía subir de noche como los
gatos, a observar las estrellas y fumar. Estos eran los trocitos de felicidad
que componían el entorno de las fiestas, entre otros rinconcitos únicos que
daban encanto a la residencia.
Raúl mandaba invitaciones
ingeniosas en papel envejecido con café, con los bordes quemados, por correo
ordinario a cada participante. Las sellaba con cera roja caliente. Incluía una
imagen abstracta de una mujer alcanzando la luna, o la de una gota de agua
sobre el cristal de una jarra de cerveza. Preparaba un "setlist" de
música que él mismo categorizaba como "música de buen-rollismo"
(normalmente Reggae, Ragga, Metal melódico y Funk). Colocaba monitores por los
muros para visualizar los videoclips. Sembraba la entrada a la fiesta con
antorchas encendidas. Apuntalaba carteles con mensajes de ensueño y fantasía,
del estilo : "Tierra a la vista, el tesoro está cerca" o "Del
devenir de los sentidos y el quehacer de la esquina inferior izquierda del
interior del muslo de tu dama"
El tan apreciado día por todos
los amigos de Raúl llegó. La triada Raúl, Fran y Ana llegaron 3 horas antes
para preparar el escenario. Sobre las 23:00 empezaron a llegar el resto de los
invitados, 23 en total.
Nada más llegar, La parcela te
recibe con el olor a la dama de noche que se encuentra en la entrada. La
fragancia augura maravillas en la oscuridad. El camino se ilumina por el
bambaleo de las antorchas; el fuego te recuerda a lo más visceral de la tierra.
Conforme avanzas el retumbar de los subgraves te hace palpitar al ritmo de
Skindred. Suena Nobody: "..music
we make to make the crowd jump up..."
la noche se pone interesante. Al fondo dos focos en la arena llaman la
atención. Apuntan hacia lo que parece ser un naranjo, pero....pero...no tiene
naranjas, sino botellines de cerveza colgados listos para beber. "Este
Raúl, puto loco" piensas sin parar con una sonrisa que te da la vuelta y
se abrocha en la nuca. La piscina resplandece en la noche, el alcohol va y
viene. Las niñas se han puesto sus mejores galas, se han pintado con ese estilo
hippie-alternativo-arreglado que enamora a Raúl. Los chicos danzan con vaqueros
desgastados con cadenas sustentadas en el cinturón y un halo de humo a su
alrededor.
Esa noche Raúl está especialmente
atractivo o eso es lo que piensa Ana.
Con el devenir de las cervezas y
la magia de las conversaciones de la noche, empieza a despertar algo en el
interior de Ana que nunca antes había sentido. Se fija en Raúl de forma
distinta, su amigo de siempre empezaba a situarse en una delgada línea del
follamigo interesante. "No, no puede ser" se dice a sí misma.
Mientras otra vocecilla en su cabeza le confiesa "sí sí, pero tú hoy te lo
calzarías sin dudarlo".
De cara a la galería, eso se
traduce en efectos psicosomáticos del siguiente orden: leve temblor en sus
rodillas, miradas punzantes a Raúl mientras se muerde el labio inferior
inconscientemente y cierta humedad inesperada en el fruto de su intimidad.
De repente se siente algo
sofocada, se levanta y va a por otra cerveza.
Raúl percibe ciertas señales (es
parte de sus habilidades chamánicas que su vida de pirata le ha ofrecido)
Cuando Ana regresa, decide ponerla a prueba, rozando la frontera de la amistad.
- Ana, si pudieras elegir a cualquiera
de tus amigos para acostarte con él, ¿con cuál te acostarías? Y no vale decirme
a mí solo porque es mi cumpleaños.
- Y esa pregunta so pirata?!!! No
existe ninguna respuesta adecuada para esa pregunta. Es una pregunta trampa.
Pero Raúl consiguió lo que
quería. El lenguaje no verbal aclaró sus dudas. Ana respondía dando un capotazo
muy elegante, pero su rostro se sonrojó levemente. Raúl conoce bien a Ana y
sabe que no se sonroja con facilidad, ergo.....acaba de percibir que "le
pone" de manera especial. "Interesante" piensa el cumpleañero, aunque no va a seguir apretando, al menos hoy no.
El final de la noche se aproxima.
Alguna que otra pareja improvisada de la noche retoza en la piscina. Dos
excedidos de la rubia burbujeante vomitan en la arena. La música ha parado pero
se escucha una cancioncilla recitada por un artista improvisado que cree tener
buena voz "Ohh líquido infernal que te crías entre verdes matas! Que hasta
al hombre más cabal haces andar a gatas..."
El cantante se acerca a Rául.
- Perdona una pregunta. ¿Cómo
consigues que estas fiestas sean tan de puta madre?
- Por la energía hermano.
- ¿Qué dices de la energía?
Raúl saborea el último sorbo de
cerveza que deja víctima a su undécimo botellín. El árbol de botellines ya solo
es un árbol desflorado.
- A ver. Normalmente cuando vamos
a beber una cerveza lo pasamos bien. ¿verdad?
- Sí tío. La cerveza mola.
- Error. La cerveza no mola
tanto. Lo que realmente te hace feliz es la energía que se desprende cuando
dices "vamos a tomar una cerveza". Realmente lo que estás diciendo es
"vamos a relajarnos un rato, desconectar, hablar sobre cosas agradables,
escuchar música, coquetear, intimar, desinhibirnos, etc" ¿Comprendes?
- Creo que lo voy pillando.
- A la gente no les relaja fumar.
Les relaja pensar que fumar relaja y fumar en consecuencia. Respirar profundo,
descansar 5 minutos. Hacer el break. Pues con las fiestas es lo mismo. De nada
sirve ponerse hasta las manillas de birras. O al menos no solo eso. Lo
importante es la expectación, previa y la que se crea en sinergia durante el
evento. Cuando una mujer se maquilla o tú te pones tu mejor camisa, no os estáis
solo acicalando sin más. Estáis diciendo ahora es un puto momento especial en
mi vida, mira, ¿me veis? voy guapa ehm. Eso es lo que hay. Piso el suelo y el
mundo tiembla. Mira mi camisa, hoy irradio luz. ¿Vas pillando?
En los eventos la gracia es la
misma. Yo no intento solo decirte "ven a mi casa, bebemos y escuchamos
música" no, no y no. Yo os quiero decir: "sal de tu puta rutina, deja
los mamoneos que tengas atrás. Hoy se
para el mundo. Hoy es un día mágico. Hoy eres Aquiles en Troya (sin premio
mamona) Hoy las estrellas se alinean para que tú seas el protagonista. Siente
de verdad, sin complejos. Coquetea. Siéntete único o única. Hoy eres preciosa
aunque normalmente tengas complejos. Hoy es el día D a la hora H. No existe
nada que merezca la pena que no ocurra aquí. Imagina cosas que normalmente no
ves, porque en el fondo sabes que todo en la vida va a salir bien. Que te
tiemble el alma como cuando ves a tu grupo preferido en directo. Enamórate de
la noche como lo hiciste de esa niña a los dieciséis"
[La vena del cuello de Raúl se
hincha y sus pupilas se dilatan por la exaltación]
Yo os quiero decir: "Si existe algún
propósito en la vida, es que esta noche estés aquí y sientas y vivas esto. Otro
día no, HOY"
- Copón Raúl! El brebaje ese que
sale de tu árbol te ha afectado al coco.
- Tú preguntaste hermano. Si no
estás preparado para la respuesta....
- NO HAGAS LA PREGUNTA!!
Gritaron Ana, Fran y Raúl al
unísono.
- Jajajajajajajajajajajajajaja.
Los cuatro rieron por más de dos
horas o eso les pareció a ellos.

Delirios del chamán by Jesús López Rodríguez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.
El árbol de botellines hay que regarlo, como cualquier otro. Eso si, tiene una particularidad, que solo da frutos en dos ocasiones, nada más.
ResponderEliminarCuando lo quieres y cuando lo necesitas, quieras o no ;)